SEMANA 3

LA FECUNDACIÓN E IMPLANTACIÓN DEL EMBRIÓN

Concepción y fertilización

El momento que estabas esperando finalmente ha llegado: ¡has concebido! Lo que significa que su feto pronto ha comenzado en su transformación milagrosa de célula solitaria a bebé o niña que rebota.

Una vez que el espermatozoide ganador se abre paso a través de la capa externa del óvulo, el óvulo fertilizado de una sola célula, o cigoto, forma inmediatamente una barrera para mantener a otros espermatozoides fuera.

El cigoto en cuestión de horas, se divide en dos células, luego en cuatro, y así sucesivamente, hasta que el grupo en crecimiento comprende alrededor de 100 células solo unos días después de ese primer encuentro crucial entre el esperma y el óvulo. Algunos formarán el embrión, otros la placenta, pero por ahora, todavía es solo una bola microscópica de células.

Implantación

¿Minúsculo? Si. Pero no subestimes su potencial. A medida que se divide, el blastocisto, como ahora se lo llama, viaja esta semana desde su trompa de Falopio hasta su útero, un viaje que dura unos cinco o seis días.

Una vez que llegue durante la semana 4, se implantará en la pared uterina y crecerá durante los próximos nueve meses. En otras palabras, ¡felicidades! Tienes un feto!, listo para comenzar el increíble viaje que terminará en tus brazos.

¿Niño o niña?

Entonces, ¿tu pequeña célula solitaria se convertirá milagrosamente en una niña o un niño? Así es, en este momento ya tiene un sexo, pero no se puede visualizar por ultrasonido.

¿Listo para un curso intensivo en biología? El óvulo fertilizado contiene 46 cromosomas: 23 de mamá, 23 de papá. La madre siempre proporciona un cromosoma X, pero el padre puede proporcionar una X o una Y. Si el esperma que fertiliza el óvulo lleva una X, el cigoto XX será una niña. Si el esperma es portador de Y, su cigoto XY será un niño.

El cuerpo lúteo o cuerpo amarillo y las hormonas del embarazo.

Por ahora, parecerá que no está sucediendo nada en el exterior, pero solo durante las próximas dos semanas. Si su momento es el correcto y ha tenido relaciones sexuales durante la ovulación, su óvulo ha sido fecundado por un espermatozoide afortunado y su cuerpo se está preparando para albergar el blastocisto (que pronto se convertirá en su feto) que se dirige al útero, su hogar por los próximos nueve meses.

Entonces, ¿qué está pasando dentro de esta semana? Justo después de que se libera el óvulo, el folículo del que proviene obtiene un nuevo inquilino llamado cuerpo lúteo, un cuerpo de células amarillentas que ocupa el espacio dejado por el óvulo. El cuerpo lúteo comienza a producir progesterona y algo de estrógeno, suficiente de las dos hormonas del embarazo para nutrir y apoyar al futuro feto hasta que la placenta se apodere en aproximadamente 10 semanas.

Mientras tanto, aproximadamente una semana después de la fecundación, el blastocisto (o embrión que pronto se convertirá) se implanta en el revestimiento uterino y la placenta comienza a tomar forma. Entre seis y 12 días después de acurrucarse en el útero (alrededor de la semana 4 del embarazo), las células de la placenta recién desarrollada comienzan a producir gonadotropina coriónica humana (hCG).

La hCG aumenta durante el primer trimestre antes de sumergirse en el segundo, le dice a sus ovarios que dejen de liberar óvulos y desencadena la producción de más progesterona y estrógeno, lo que evita que el revestimiento del útero se desprenda y apoye el crecimiento de la placenta.

Como verá más adelante, todas estas hormonas juegan un papel importante durante su embarazo y causan una gran cantidad de cambios corporales, además de síntomas como náuseas matutinas.

Los rastros de hCG se pueden recoger en la orina y la sangre, lo que explica por qué las pruebas de embarazo en el hogar hacen que orines en un palo y tu gineco-obstetra realiza un análisis de sangre en tu primera cita, pero probablemente no obtendrás un resultado positivo prueba de embarazo por otra semana o dos.

SÍNTOMAS DEL EMBARAZO SEMANA 3

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Embarazo y sentido del olfato
¿Los olores de repente te parecen más fuertes que nunca? ¡Podría ser una señal de que estás embarazada! Un mayor sentido del olfato es un efecto secundario muy real del embarazo causado por hormonas como el estrógeno y la hCG, que aumentan cada pequeña fragancia que flota en el aire a su alrededor.

Ya sea la comida que está cocinando el restaurante de su vecindario, la basura en la esquina de la calle o la colonia de su esposo en el pasillo, su nariz más aguda que nunca podría estar recogiéndola.

¿La desventaja de tu nuevo superpoder? Puede aumentar aún más tus náuseas matutinas. Si ese es el caso, manténgase alejado de la cocina y los restaurantes locales tanto como sea posible, haga amigos con el microondas (que tiende a causar menos olor) y abra las ventanas.

También puede intentar lavar la ropa con más frecuencia y cambiar a artículos de tocador sin perfume. Y no se avergüence de pedirle a su cónyuge, familia y amigos que se limpien después de hacer ejercicio, que se relajen con el perfume y se laven los dientes después de comer esa pasta con ajo o una hamburguesa con cebolla.

Presión abdominal baja
No te preocupes! Una sensación de presión en la barriga o incluso calambres leves sin sangrado es muy común, especialmente en los primeros embarazos, y generalmente es una señal de que todo va bien, no de que algo esté mal. Lo que está sintiendo puede ser la sensación de la implantación de embriones, el aumento del flujo sanguíneo, el engrosamiento del revestimiento uterino o incluso el crecimiento de su útero (y podrían ser dolores de gas). Pregúntele a su médico en su próxima visita si está preocupada, pero probablemente solo significa que está muy atenta a todos los cambios que ocurren en su cuerpo.
Sabor metálico
Si sientes que acabas de poner unos centavos en tu boca, no estás sola. Ese sabor metálico es con frecuencia un efecto secundario del embarazo y uno más puede atribuirse a las hormonas que causan estragos en su sistema, lo que puede hacer que sus papilas gustativas se vuelvan salvajes. Hasta que se calmen en el segundo trimestre, luche contra el metal con ácido: tome limonada y otros jugos cítricos, chupe dulces agrios y (suponiendo que su barriga pueda manejarlos) coma alimentos bañados o marinados en vinagre. Otra cosa para probar? Cepille su lengua cada vez que se cepille los dientes o haga gárgaras con un poco de agua salada.

TIPS PARA TI DURANTE LA SEMANA 3

Aumenta tu hierro y vitamina C

Mezcle algunas bayas en su cereal. Comer más vitamina C puede ayudar a aumentar la absorción de hierro de su cuerpo, un nutriente que necesita para ayudar a aumentar su volumen sanguíneo.

Puede encontrar vitamina C en frutas y verduras como kiwi, mango, fresas, melones, pimientos, tomates y espárragos. El hierro se puede encontrar en productos de soya, carne de res, aves y frutas secas.

Come comidas saludables

Es fácil disfrutar de opciones saludables cuando comes fuera o pides comida para llevar. Si te apetece el italiano, cena platos de pescado a la parrilla, pollo, ternera o carne de res magra acompañados de verduras; o pasta y pizza con salsa de tomate fresca, mariscos o queso. Disfrute de pescado o pollo teriyaki, sopas y platos de fideos de restaurantes japoneses (así como sushi con verduras o pescado cocido). Mientras su estómago sea susceptible a las especias, los restaurantes indios hacen una opción particularmente nutritiva (pida prácticamente cualquier cosa que no esté frita). Y para una fiesta mexicana, disfrute de sopa de frijoles negros, fajitas (obtendrá muchas vitaminas de esos pimientos) con tortillas de maíz, salsa fresca y guacamole.

Reponga líquidos perdidos

Si sus náuseas y vómitos van acompañados de calambres, fiebre o diarrea, es posible que esté lidiando con un virus estomacal o intoxicación alimentaria en lugar de náuseas. Pero ya sea que su estómago se revuelva de hormonas, un virus o esa ensalada de huevo que comió en el almuerzo, el tratamiento es el mismo: descanse y concéntrese en los líquidos, especialmente si los está perdiendo por vómitos o diarrea.

Pruebe con agua, jugo diluido (la uva blanca es más fácil para el estómago), caldo claro, té descafeinado o agua caliente con limón (que puede disminuir los gases).

Si no puedes tomar un sorbo, chupa paletas frias. Averigua si tu estomago tolera cuando se trata de agregar alimentos sólidos, y cuando lo haga, trata que estos sean blandos, simples y sin grasa.

Y no olvide que el jengibre es bueno para lo que aqueja cualquier estómago enfermo. Tómelo en té o los puede ingerir, prepare gingerale o pruebe algunos dulces de jengibre. El jengibre ha demostrado científicamente puede ser utilizada para las nauseas y vómitos causados por el embarazo.

Elija alimentos ricos en calcio

El calcio te ayuda a ti y a tu bebé en desarrollo a construir y mantener huesos fuertes y saludables, además es esencial para la salud del corazón, los nervios y los músculos. Si no consume suficiente calcio durante el embarazo, ¡su bebé lo tomará de sus huesos!

Coma tres o cuatro porciones diarias (1,000 miligramos) de golosinas como yogurt griego o congelado, jugo o cereal fortificado con calcio y queso duro o pasteurizado.

Retener la coloración del cabello

Cuando se trata de coloración del cabello, los expertos coinciden en que es mejor prevenir que lamentar. Así que espera el primer trimestre antes de retocar esas raíces. Cuando regrese al salón, adhiérase mejor a las iluminaciones en lugar del color único del cabello para que así los productos químicos no toquen el cuero cabelludo, o pregúntele a su colorista sobre un procesamiento menos dañino (tintes con base libre de amoníaco, por ejemplo). Y tenga cuidado: los cambios hormonales pueden hacer que su cabello reaccione de manera diferente, por lo que es posible que no obtenga lo que espera, incluso con su fórmula habitual. Antes de hacer toda su cabeza, pruebe con un hilo de prueba para estar seguro.

Obtenga muchas proteínas

Coma tres porciones de proteína al día para ayudar a estimular nuevos tejidos para el futuro feto. Una porción de carne como pollo sin piel o carne de res magra, por ejemplo, debe ser de aproximadamente tres o cuatro onzas, aproximadamente del tamaño de una baraja de cartas. Otras grandes fuentes de proteínas incluyen huevos, pescado, lácteos y legumbres.

Tomar una prueba

A partir de las 3 semanas de embarazo la prueba puede ser positiva en algunas mujeres, aunque no es lo habitual. Los test de embarazo consisten en detectar si existe hormona del embarazo (bHCG) en la orina de la madre.

La beta-HCG es una proteína que sólo puede producir un embrión y por tanto si se detecta quiere decir que hay embarazo con seguridad.

Aún así, puede pasar una semana o más después de un período perdido antes de que produzca suficiente cantidad de la hormona del embarazo gonadotropina coriónica humana (hCG) para detectarla en una prueba. Si tienes un periodo con retraso y la prueba es negativa, vuelva a realizar la prueba en unos días.

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